Proyectos ambientales
jueves, 20 de abril de 2017
Entrega de proyecto
Entrega del proyecto a la presidente C. Dariluz Ramirez Roblero de la colonia Diego de Mazariegos, de la ciudad de San Cristobal de Las Casas, Chiapas
jueves, 9 de marzo de 2017
Buenas prácticas para el ahorro de consumo energético en lámparas luminarias de los parques públicos
Hace menos de 100 años, todo el mundo podía mirar hacia arriba y ver
un espectacular cielo estrellado. Ahora, millones de niños en todo el mundo
nunca va a experimentar ver un cielo en donde la principal vista de atracción
sean las estrellas. El uso incrementado y extendido de la luz artificial
durante la noche no sólo consiste en perjudicar nuestra visión del universo,
que está afectando negativamente a nuestro medio ambiente, nuestra seguridad, nuestro
consumo de energía y nuestra salud.
El problema con la contaminación lumínica es algo que nos ha ido
afectando desde tiempos remotos. La cantidad de energía que se producía antes
no es la misma que la que se produce en la actualidad. La iluminación en las
calles de Tuxtla Gutiérrez es mucha por no decir excesiva. No podemos evitar la
contaminación lumínica, pero si podemos hacer que esta se reduzca realizando lo
siguiente:
Los cinco criterios fundamentales necesarios para controlar la
contaminación lumínica y lograr una iluminación eficiente, eficaz y de calidad
deben responder con claridad a los siguientes principios:
¿Qué iluminar?
Utilizar únicamente
luminarias sin emisión hacia el hemisferio superior en posición de instalación,
es decir, no dejar escapar nada de luz hacia el cielo. La iluminación de
fachadas o letreros debe realizarse exclusivamente de arriba hacia abajo.
Iluminar exclusivamente aquellas áreas que lo necesiten, de arriba hacia abajo
y sin dejar que la luz escape fuera de estas zonas. Prohibir los cañones de luz
o láser y cualquier proyector que envíe la luz hacia el cielo. Así podremos
controlar el flujo luminoso directo.
¿Cuánto iluminar?
Considerar los niveles de iluminación de seguridad recomendados por
los organismos luminotécnicos internacionales como máximos (Instituto
Astrofísico de Canarias (IAC) o la Comisión Internacional de Iluminación (CIE) y
con la mayor uniformidad posible. Los factores de mantenimiento y de
utilización de la luminaria deben ser los máximos posibles.
¿Con qué iluminar?
Utilizar las lámparas de mayor eficacia luminosa del mercado y de
menor impacto ambiental por su rango espectral (actualmente, las de vapor de
sodio de baja y alta presión), con una potencia adecuada al uso, y sólo en
casos muy excepcionales, y mediante la oportuna justificación, utilizar otros
tipos de lámparas.
¿Cómo iluminar?
A igual nivel de iluminación, utilizar la instalación de menor
consumo, máxima relación interdistancia-altura de las luminarias y menor coste
de mantenimiento.
¿Cuándo iluminar?
Instalar centros de telecontrol del alumbrado con dispositivos de
estabilización de la corriente, de encendido y apagado, así como de reducción
del flujo luminoso para las horas de menor tránsito. Reducir el consumo en
horas de menor actividad, mediante el empleo de reductores de flujo en la red
pública y/o el apagado selectivo de luminarias. Apagar por completo todo
alumbrado sin uso y restringir el horario del alumbrado monumental, ornamental
y publicitario.
Con las practicas ya mencionadas, no solo se evitará el desperdicio
de energía eléctrica, sino que también ayudará a reducir los riesgos y
afectaciones a los que este tipo de contaminación lleva.
Las siguientes imágenes podemos encontrar ejemplos del tipo de
lámparas que se deben utilizar y las que no, de igual manera muestran la manera
correcta de iluminar y por lo contrario las malas prácticas al iluminar.
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